Según la tradición, se atribuye a la biblioteca del rey de Pérgamo al mérito de haber convertido en uso público la utilización del pergamino como soporte de escritura.
Desde los tiempos antiguos se había utilizado el cuero como soporte de escritura, en varios países utilizaron piel de animal, los egipcios, los judíos, los asirios y los persas. Pero solamente alrededor del siglo III a.c, se inició un nuevo tratamiento del cuero, de forma que se adoptase mejor para recibir la escritura, tal innovación sucedió en Pérgamo, por lo tanto el pergamino es un "papel" de piel animal convertida en hojas aplanadas y lisas que permitían su utilización óptima como material de escritura.
Para la preparación de pergaminos se utilizaban pieles de animales como la oveja, cabra, cordero y ternera; en Egipto se empleaban pieles de antílope o de gacela para obtener pergaminos de mejor calidad.
Para su utilización los pergaminos se purgaban introduciéndolos durante unos días en cal y mientras era flexible, se afeitaba por las dos partes para eliminar la grasa y quitarle las manchas, después se pulía con piedra pómez para alisarlo y se reducía al tamaño deseado. El pergamino destinado a los códices era más fino y pulido, dado que se utilizaba por los dos lados, mientras que el de los documentos se pulía sólo por un lado.
Los romanos acostumbraron a teñir los pergaminos de amarillo o de rojo, aparentemente porque su blancura se ensuciaba fácilmente. Para los códices de lujo se utilizó el color púrpura, con escritura de oro y plata, el más famoso fue el Codex argenteus, llamado de Ulfila, porque representaba los Evangelios traducidos a lengua gótica por el obispo Ulfila, escritos con letras de plata de forma uncial.
Entre los tintes dados al pergamino en la época humanística ocupó el primer lugar la púrpura, mientras que los casos de pergamino coloreados con azafrán o en negro fueron muy raros o limitados. En la Alta Edad Media sé reutilizaba frecuentemente los pergaminos ya escritos para nuevos códices. Con este fin se borraba la escritura sumergiéndolos en leche y restregándolos con piedra pómez, son los llamados palimpsestos o codices rescripti.
Se borraban igualmente textos profanos y sagrados, ya que a menudo estaban estropeados, mutilados o fuera de uso por su antigüedad. Hubo manuscritos reescritos dos o más veces. Más tarde se consolidó también la costumbre de utilizar el pergamino solamente para las actas de ciertas autoridades, como Papas o altos funcionarios.
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